
Siguiendo con el tema de personajes discriminados por el
mundo por ser algo diferente, vamos a una película que cuando se estrenó fue
algo muy diferente, algo que llevó a una cultura de películas animadas repletas
de referencias a la cultura popular y humor vulgar. Muchas de estas películas
(que incluyen las secuelas a esta película) se apoyan tanto en estos chistes y
referencias que acaban sintiéndose muy vacías, pero eso no le quita nada a
esta, la primera película en ganarse el Óscar a Mejor Película Animada (cuando
se inauguró el premio). Shrek funciona como una parodia a los cuentos de hadas
(específicamente, en algunos aspectos, la manera que Disney maneja estos
cuentos de hadas), pero es una película que no olvida tomarse a sus personajes
en serio (aún los personajes que están ahí para ser un comic relief). Shrek (voz
de Mike Myers) es un ogro que vive en su pantano, solo, disfrutando de la vida
y asustando a cualquiera que entre a su pantano. Claro, la mayoría de los que
entran a su pantano lo quieren matar, porque lo único que ven cuando lo miran
es que es un monstruo verde y creen que quiere atacar su pueblo. Como
cualquiera que es juzgado antes de que lo conozcan, se dio cuenta que es mejor
aislarse en su propio rincón del mundo.
Claro, ese pantano donde vive Shrek resulta ser propiedad
del Reino de Duloc (que técnicamente no es un reino, todavía) y es donde el
gobernante Lord Farquad (voz de John Lithgow) manda a todos aquellos que son
indeseables para su reino. En su caso, cualquier criatura que parece haber
salido de un cuento de hadas. Pronto, ese pantano se ve inundado por Pinocho,
los tres ratones ciegos, el lobo de Caperucita Roja, Blancanieves y sus Siete
Enanos, los Tres Cochinitos y muchos otros personajes que conocimos en cuentos.
Shrek , acompañado por Donkey (voz de Eddie Murphy), un burro parlanchín que
nunca cierra la boca, va a Duloc (obviamente una parodia a Disneylandia), donde
Farquad accede darle a Shrek su pantano si él va a rescatar a la hermosa
Princesa Fiona (voz de Cameron Diaz) de un castillo donde es vigilada por un
dragón. Cuando Shrek rescata a la princesa, se da cuenta que no es exactamente
lo que pensaba que era, y es posible que es exactamente lo que nunca estuvo
buscando, alguien que lo quiera como es. A través de su amistad con Donkey y
estos sentimientos hacia Fiona que van creciendo, Shrek se da cuenta que la
vida que siempre tuvo tal vez no sea la vida que quiere.

Me acuerdo cuando vi esta película por primera vez, tenía 13
años, y estaba acostumbrado a las historias animadas de Disney (esta es de
Dreamworks). Por eso esta película trajo muchas gratas sorpresas (con el
tiempo, me he dado cuenta que prefiero el estilo de PIXAR, pero aquí apenas
tenía 13 años). Aunque todas las películas animadas antes de esta tienen su
sentido del humor y sus chistes que vienen de lugares inesperados, esta los
tiene de manera constante, incluso en sus giros de trama. Uno de mis favoritos
siempre fue el giro que el dragón es hembra y se enamora de Donkey (en una
escena que muestra porqué Eddie Murphy es un experto en la comedia verbal),
algo que nunca me hubiera imaginado y convirtió una escena muy buena de un ogro
rescatando una princesa en una secuencia clásica de comedia. También ayuda que
tienen a cuatro actores que encajan perfecto en sus papeles. Es cierto que los
cuatro son celebridades y se le ha criticado mucho a Dreamworks por contratar
celebridades en vez de actores experimentados en la actuación de voces (que en
ciertas películas, estoy de acuerdo), pero estos cuatro encuentran el balance
perfecto entre crear estos personajes y
aplicar los toques de sus personalidades que sus fans conocen.
Esto es porque a pesar de todos los chistes y referencias a
cosas que todos conocen, la película nunca sacrifica a sus personajes (algo que
sucede en algunas de las siguientes películas de Dreamworks). Donkey no es nada
más un burro parlanchín que está ahí para decir chistes. La película se asegura
que sea un personaje que siente, que desea, que aconseja y que se toma su
relación con Shrek en serio. Estos dos tienen una pelea antes del clímax de la
película en donde existe la tentación de romper la tensión para decir un
chiste, pero no lo hacen. Sabemos que en este punto estos dos personajes están
heridos y se necesitan para curarse. Lo mismo con Fiona, que de cierta forma es
una mezcla entre una parodia de una princesa de Disney y de Cameron Diaz en
Charlie’s Angels, pero Díaz se compromete tanto a ella que se vuelve un
personaje creíble y su giro antes del tercer acto (no diré cuál es, pero es una
de las razones que me encanta la película) le ofrece un momento para ver quién
es este personaje y cuáles con sus deseos. Farquad es quizás el más exagerado
de estos cuatro, siendo claramente el villano de la historia y con el único
deseo de ser rey (y tal vez más alto de lo que es), pero se ve que Lithgow
disfruta mucho al personaje y lo saborea como nadie. Hasta los personajes de
cuento de hadas (particularmente el Homre de Gengibre, que tiene una escena muy
chistosa, aunque dolorosa si lo piensas) se siente como un personaje.

Claro, sigue siendo una comedia muy divertida, una que se burla de las
convenciones de los cuentos de hadas y de la comercialización de cosas como el
gobierno (por algo este reino parece ser Disneylandia), pero mientras muchas
películas utilizan eso para ocultar el hecho que no se hizo el trabajo de pulir
la historia, esta viene con historia pulida, con personajes memorables, quizás
con algunos momentos que ya son demasiado (la secuencia con Monsieur Hood es
una de las que menos disfruto, porque se me hace demasiado exagerada) y no me
encanta el soundtrack de canciones modernas (algo que es más problemático en otras
películas de Dreamworks), es una película que en su momento nos agarró a mí a y
a mi familia desapercibidos, ya que ninguno se esperaba algo que respetara y
rompiera las reglas de los cuentos de hadas simultáneamente (o que aprovechara
de tanto talento). Hoy en día tenemos el mal sabor de boca de las secuelas que
vinieron (bueno, disfruté mucho la segunda película, aunque ya empezaba a
apoyarse demasiado en las referencias y en burlarse de todo), pero aún con la
sobre-saturación de todo lo que inició
esta película, cuando se estrenó fue algo nuevo y emocionante (por lo menos
para una película animada).
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