
La primera imagen que vemos en esta cinta es de una pluma
flotando por el aire sobre la ciudad de Savannah. Es una imagen bastante obvia
del tema que representa esta película, pero claro, esta película no es sutil,
ni tiene que serlo. Todos andamos en el mundo como una pluma flotando en el
cielo, yendo de un lado a otro, afectando diversos eventos por el simple hecho
de estar ahí. No se sabe si el viento que nos mueve tiene un propósito, o si
simplemente está llevándonos a dónde se le ocurra llevarnos en el momento, pero
esta cinta nos enseña que no hay mucha lógica en nuestro paso por el mundo y
que no deberíamos pensarlo demasiado. Nacemos dónde nacemos y aunque tenemos
cierta libertad de escoger a dónde vamos, mucho tiene que ver con la suerte de
estar en el lugar y momento adecuado. Forrest Gump (Tom Hanks, en el papel que
le mereció su segundo Óscar consecutivo) es un hombre que por pura suerte se
encuentra formando parte de unos cuantos momentos históricos de los Estados
Unidos, pero él simplemente va por la vida siguiendo su propio código ético,
haciendo lo que piensa que es lo correcto y buscando conquistar a la persona
que significa todo para él. Su manera de ver el mundo es simple (es más, tiene
un retraso mental y por eso se le dificulta ver las complejidades de la vida),
y esa simplicidad le permite hacer lo que hace sin pensarlo mucho.
Basado en la novela homónima de Winston Groom, Forrest Gump
tiene una desventaja como guión de cine, y esa es que tiene un héroe que no
cambia mucho, ya que no puede dejar de ser quién es. Más que la historia de su
viaje, se vuelve la historia de un país vista a través de sus ojos (una
historia que él va narrando), así como la historia de las personas que él se va
encontrando y cómo les va afectando. De cierta forma es una sátira que expone
la importancia que le damos a cosas que la verdad no deberían ser tan
importantes, cosa que vemos en una de mis escenas favoritas cuando Forrest
empieza a correr por todo el país, simplemente porque se le antojó, y un montón
de reporteros le pregunta por qué lo está haciendo. Forrest no hace nada para
ser recordado, lo hace porque es una persona decente haciendo lo correcto, pero
es tan fuera de lo común que el resto de la sociedad lo ve como algo especial,
cuando la verdad no debería serlo. Sí, tiene algunas habilidades más allá de lo
común (como la velocidad en la que corre y su manera de jugar ping pong) donde
sí creo que el guión exagera demasiado, pero lo hermoso es que es una historia
que celebra la simple decencia y ese deseo de hacer lo correcto. Vemos como
este punto de vista va afectando principalmente al Teniente Dan Taylor (Gary
Sinise), su comandante en la Guerra de Vietnam y a Jenny (Robin Wright), su
mejor amiga de la infancia de quién está enamorado.

Forrest Gump es un personaje que requiere de un ritmo y una
manera de hablar que Hanks tuvo que crear casi desde cero (en parte se inspiró
en el niño que interpretó a Forrest de niño) y luego aplicárselo a un personaje
que parece un ser humano. De cierta manera, Forrest parece existir en otro
mundo y trata de entender el nuestro, pero sus sentimientos y sus deseos siguen
siendo muy humanos, algo que Hanks canaliza de una manera tan natural que acaba
metiéndonos en la mente de este personaje, aunque nunca olvidamos que es Hanks
creando un personaje. Aún así, creo que son más interesantes las actuaciones de
Wright y Sinise, ya que ellos crean personajes más dañados y complejos que nos
muestran el mundo que conocemos. Sinise en particular muestra una destreza
física al interpretar a un veterano sin piernas (ya que esas piernas se
tuvieron que remover digitalmente, entonces él tenía que actuar como si no las
tuviera), pero lo que destaca de Sinise es la locura y el enojo que le da a
este personaje. También aparece Sally Field como la mamá de Forrest, un
personaje un tanto estereotipado (la mamá que inspira al hijo a ser todo lo que
pueda ser), pero aunque cae en algunas trampas, Field no nos lo deja tan
simple, ya que a través de ella vemos algunas de las difíciles decisiones que
tuvo que tomar esta mujer para darle todo a su hijo.
Otro punto del que se habla mucho son los efectos especiales
que integran a nuestro personaje con varias figuras históricas (sin tener que
contratar actores para interpretarlos). Estos efectos ya se ven algo viejos y
ya se empieza a notar cuando están manipulando los labios de estas figuras para
decir otras cosas (la boca de John Lennon en una escena, por ejemplo), cosa que
hace que se vean algo chafas, pero en su momento eran algo impresionante. Estas
escenas se critican por manipular la historia solo para meter a este personaje
en momentos que no tuvo nada que ver, pero siento que criticar eso es tomarse
esta historia demasiado en serio. Forrest Gump es de cierta manera una fábula,
un cuento que tiene como propósito otorgar una moraleja de la simplicidad y de
no tomarse a sí mismo demasiado en serio. Forrest Gump es un hombre que logró
mucho sin pensarlo, que simplemente flotó por la vida con el propósito de ser
la mejor persona dentro de su propia definición de ser una buena persona. En un
mundo que se ha vuelto cada vez más cínico, esta película empieza a ser vista
como una que celebra la estupidez, pero otra vez, creo que eso viene de gente
que se toma esto demasiado en serio (el hecho que ganó el Óscar a Mejor
Película no ayuda en ese aspecto).

Robert Zemeckis, un director que viene de la misma tela que
Steven Spielberg (películas palomeras y películas de prestigio) eleva algunos
de los problemas del guión (el hecho que es muy episódico por ejemplo) con un
ritmo movido y una estética que muestra los Estados Unidos que muchos vivieron
de una manera que parece de fantasía, elevándolo a un nivel más allá de lo
terrenal. Aún así, Zemeckis no esconde las cosas más oscuras de estos periodos
históricos (la Guerra de Vietnam, las drogas, algunas cosas que vemos desde el
punto de vista de Jenny que vivió el lado feo de estos periodos), pero las
presenta de una manera que deja clara que lo que estamos viendo es del punto de
vista de alguien que entiende todo de la manera más simple. Al final de todo,
se trata de la historia de una vida que se siente tan al azar y tan episódica
como la vida misma, pero de cierta manera, es una película que nos enseña que
aunque no sepamos de qué se trata la vida, si en serio tenemos un destino o si
nada más somos plumas flotando en el cielo, pasando por lugares al azar, la
vida es algo que vale la pena. Algo que se debe aprovechar sin aplicarle
demasiada importancia. La vida se trata de ir a correr cuando se te da la gana,
de ir a pescar a camarones porque se lo prometiste a un amigo, de conseguir a
la chica de tus sueños aunque parezca inalcanzable, de recogerle un libro a
alguien que se le cayó, de aprovechar los refrescos gratis en la Casa Blanca y
decirle al Presidente que tienes que hacer pipí. Esos son los momentos que
hacen que esta película sea algo especial.
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