martes, 14 de enero de 2014

"Nada más no pienso en eso..." Children of Men

Como seres humanos, tenemos una fascinación con el futuro. Queremos saber cuánto va a avanzar la tecnología, lo que podremos hacer, como se verá nuestra ciudad y en algunos casos, cómo va a terminar el mundo. Se han hecho muchas películas que nos presentan una hipótesis del futuro y de la posibilidad del fin del mundo. Algunas de estas películas nos presentan un futuro más llamativo y emocionante, pero otras nos muestran un futuro en el que la humanidad está aún más perdida de lo que está ahora, y en el caso de esta cinta, un mundo en el que ya no parece haber esperanza. Un mundo en el que ya no parece haber un futuro que dejarle a nuestros niños, por la simple razón de que ya no hay niños. En esta cinta de Alfonso Cuarón (el director mexicano más celebrado a nivel mundial) han pasado 18 años desde que nació un bebé. Todos en el mundo son mayores de edad, y entonces ya no existen esas criaturas a quiénes tratamos de proteger de lo horrible que puede ser el mundo. Por eso el mundo se vuelve todavía más horrible, hasta más salvaje y nada parece poder salvarlo (aún menos en el día cuando el hombre más joven del planeta es asesinado).
En Londres del año 2027, Theo Faron (Clive Owen) solía ser activista, pero ahora simplemente vive el día a día con el mundo desmoronándose a su alrededor. Busca maneras de evitar su trabajo y estar más cómodo para cuando el mundo haya terminado, pero todo cambia cuando su ex novia Julian (Julianne Moore) lo secuestra y lo contrata para transportar a una inmigrante ilegal (Clare-Hope Ashitey) a un barco misterioso que solo algunos saben en dónde se encuentra (porque aún en este mundo que se está acabando, los ingleses van detrás de inmigrantes ilegales escapándose de lugares del mundo que ya se destruyeron). Resulta que esta chava inmigrante (llamada Key) es la primera mujer embarazada en 18 años, y la esperanza de toda la humanidad. Cuando Julian es asesinada y hasta los miembros de su grupo revelan que tienen sus propios propósitos, Theo y Key deben arreglárselas para llegar a este barco que la llevará a un grupo de científicos que la podrán ayudar. Es un camino lleno de peligros, en el que deben pasar por un campo de refugiados que parece un ghetto, evitando guardias corruptos, activistas que buscan usar al bebé para propósitos políticos, y el simple hecho que el bebé está a casi nada de nacer.
Siempre hay un peligro en poner una película futurística en un futuro tan inmediato, particularmente con un concepto como este (para que las fechas coincidan, la infertilidad debió haber empezado en el año 2009, que ahora sabemos que no pasó), pero eso no le quita el poder a esta historia. ¿Cómo es un mundo sin niños? Un mundo que nadie está  descubriendo, que nadie puede ver con la fascinación que tiene uno al abrir los ojos por primera vez. Lo que Cuarón explora aquí es esa desesperación de un mundo en el que no hay nadie a quién enseñarle como vivir, entonces cada quién está simplemente tratando de sobrevivir porque no se imaginan lo que es morir. Es un mundo en el que mandan paquetes en el correo con eutanasia para la gente que se quiera morir, pero todavía no se puede comprar mota de forma legal. Es impresionante lo cuidada que está esta versión del futuro, todos los detalles, incluso algunos que se ven algo ridículos pero que le agregan una excentricidad muy púnica a este mundo y sus personajes (uno de mis favoritos es que Theo tiene sandalias, cosa que uno casi nunca ve en el héroe de una película como esta). Clive Owen es uno de esos actores que combina el humor y el cuerpo de una estrella de acción, junto con una tristeza y un aire de hombre común que lo hace perfecto para Theo. Poner a un personaje cínico que antes era idealista no es algo nuevo, pero la versión de Owen es más aterrizada, ya que a él se le ven los rasgos del dolor que lo llevó a ser cómo es, así como esa capacidad de analizar una situación y resolverla y ese aire de esperanza como algo que se le prende. Es el personaje perfecto para tener como guía en este mundo tan oscuro y violento.
También destaca el veterano Michael Caine como un hippie que vende mota y es la persona que conoce a Theo mejor que nadie, Chiwetel Ejiofor como un líder terrorista que traiciona a Theo, Julianne Moore que tiene una química resplandeciente con Clive Owen (uno nunca duda que estos dos tienen historia juntos) y Clare-Hope Ashity que hace de Key una mujer picaresca y algo ingenua, pero muy consciente de lo peligrosa y milagrosa que es su situación. Lo que destaca de esta cinta es la dirección de Cuarón, y más que nada su manera de componer escenas de una manera muy creativa. Hay dos secuencias de acción (una casi al principio de la película, otra casi al final) que fueron filmadas con una toma larga e inédita que sigue la acción como si estuviera sucediendo en el momento. Una de estas secuencias es dentro de un coche, donde la cámara gira hacia cada uno de nuestros personajes para ver qué está pasando. En la otra toma, seguimos a Theo en lo que entra a un edificio y busca a Kee, y en una de esas en una explosión, el ojo de la cámara se mancha con sangre y esa mancha se queda ahí hasta que termina la toma. Estas tomas largas son de las favoritas del director y su fotógrafo Emmanuel Lubezki, ya que las siguen usando posteriormente de maneras cada vez más creativas.

¿Por qué será que nos interesa ver el futuro? Aunque sea un futuro  atractivo, o uno distópico como este, parece que siempre estamos tratando de adivinar cómo habrá avanzado la tecnología en algunos años y cómo se verá nuestro mundo. Puede que el mundo da menos miedo cuando le damos forma, pero también creo que estas historias se cuentan para reflexionar acerca de nuestro presente y darnos una idea a lo que podríamos llegar si seguimos como seguimos. Esta historia nos ayuda a reflejar que vivimos en un mundo violento y si no hubiera niños, nos auto-destruiríamos. También nos ayuda a reflejar las injusticias que viven muchos en este mundo y lo que estarían dispuestos a hacer para que esas injusticias desaparecieran (así como los muchos que tendrían que morir para que sucediera). Vivimos en un mundo donde algunos viven como reyes, y la gran mayoría se muere de hambre y les cierran la puerta en lugares donde les pueden ayudar, por razones políticas o lo que sea. Quizás siempre vamos a tener conflictos por el hecho de que somos humanos, pero lo que Cuarón nos pide con esta película es que reflejemos lo que sería vivir en un mundo más pacífico. Un mundo que podamos hacer mejor no solo para los niños, sino para los que vivimos aquí ahora, sin reglas que perjudican a los demás y solo con las necesarias para vivir en armonía.

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