
Hay muchas historias en las que los personajes principales
son discriminados por ser diferentes. Es algo muy común en el mundo real, ser
discriminado por el color de tu piel, por tu religión, por tus ideas, cosas
así. Casi siempre es por cosas que no pueden lastimar a otros, pero ¿qué tal si
la razón por la que uno es discriminado es porque podrías lastimar a otra
persona con lo que te hace diferente? Puede que uno tenga las mejores
intenciones del mundo, pero esa cosa que tiene diferente es dañina, tanto que
hasta puede llegar a matar. Esta es la idea que Tim Burton, un cineasta que se
dio a conocer por lo gótico y lo macabro, explora en esta historia que trata de
un hombre con un corazón tan puro que nunca se atrevería a lastimar a nadie,
pero con algo en sus manos que podría matar a cualquiera, aunque no fuera su
intención. Edward (Johnny Depp) no nació de una madre. Fue construido por un
científico (Vincent Price) de unos materiales sintéticos que lo hicieran un ser
humano como cualquiera. Le dio pies y cabeza, un corazón, un estómago, todo,
pero murió antes de poder darle manos, y por eso Edward tiene filos de tijera
en vez de dedos (que habían sido puestos como sustituto temporal en lo que le
ponía manos), y por eso lleva mucho tiempo solo en un castillo, donde no ha
tenido contacto con nadie.
Eso cambia cuando un día entra Peg (Dianne Wiest) a su
castillo y lo encuentra solo, asustado y
lleno de cicatrices. Peg le tiene piedad
y se lo lleva a su casa a un suburbio donde los rumores se esparcen más rápido
que el cáncer. Mientras más tiempo pasa entre esta gente, Edward va mostrando
cada vez más habilidades que incluyen hacer estatuas de los arbustos de la
gente, cortar pelo de las mujeres y sus perros y otras cosas que puede hacer
con sus tijeras. Lo que nadie se da cuenta es que esta curiosidad es un hombre
ingenuo del que uno puede aprovecharse fácilmente, y además con sentimientos
que va desarrollando por Kim (Winona Ryder), la hija adolescente de Peg. Cosa
que no le cae muy en gracia a su novio Jim (Anthony Michael Hall) un joven
delincuente que se protege con su lugar en este pueblo. La película obviamente
está inspirada por muchos elementos, incluyendo la historia de Frankenstein
(excepto que esta criatura tuvo un creador que le mostró amor) y La Bella y la
Bestia, pero es una historia original de la imaginación de Tim Burton y su
guionista Caroline Thompson. Lo que se nota de inmediato es que la historia se
cuenta con una inocencia melancólica que hace que sea de las películas más
personales y conmovedoras de este cineasta (yo diría que es su más
conmovedora).

También fue la primera colaboración del cineasta con Johnny
Depp, y aunque siento que esta colaboración ha caído en la conformidad en sus
últimas cintas, esta cinta nos muestra por qué
formaban un buen equipo. Este no es el Johnny Depp post-Piratas del
Caribe que se ha vuelto tan famoso que se parodia a sí mismo. Aquí, Depp hace
que Edward sea, primero que nada, humano. Un ser humano que es como un niño,
curioso, asustado, ingenuo, cariñoso y aún así muy consciente de quién es. Depp
internaliza mucho con este personaje, algo que le ha hecho falta en sus últimas
actuaciones. También ayuda que muchos de los actores a su alrededor exageran
más sus personajes, llevando esto hacia la sátira suburbana. Aquí destaca Kathy
Baker interpretando a Joyce, la persona más hipócrita en este grupo de mujeres
que se fascina con Edward hasta que empieza a darle miedo. Baker está tan
comprometida con hacer que esta mujer sea una exageración de mujeres que se
conocen en el mundo que vivimos, tanto que hasta siente una sensación orgásmica
cuando le cortan el pelo. También a través de ella y muchas otras en el
vecindario, vemos lo rápido que reacciona la gente cuando algo les impresiona y
cuando algo les asusta. Cuando algo es impresionante, todos quieren formar
parte de esa cosa impresionante. Todos quieren un arbusto cortado por Edward o
un corte de él, pero cuando deja de ser novedad y Edward empieza a causar
accidentes con sus manos, todos se van contra él.
Para balancear esta ignorancia está Dianne Wiest, dándole un
toque más bondadoso a este mundo de alguien que sigue sin entender a este
hombre, pero aún así piensa que merece ser querido. Winona Ryder es una opción
peculiar para Kim, ya que ella es una actriz peculiar (en cómo se mueve, como
hablar, etc.), pero justo por eso encaja perfecto en una película de Tim Burton
(colaboraron varias veces en esta época). Esa peculiaridad es parte de su
belleza. Algo que siempre ha destacado
en una película de Burton es el diseño, que en sus primeras películas siempre
eran una mezcla de algo gótico y fuera de este mundo con una versión exagerada
de lo que conocemos en nuestro mundo. El castillo en el que vive Edward, ese
castillo en la montaña, parece algo fuera de lugar en el vecindario donde viven
Kim y su familia, pero es algo que se acepta en el mundo de Tim Burton, este
mundo donde lo convencional y lo gótico pueden existir lado a lado. Un mundo
donde un ser humano puede ser construido y puede ser una persona muy gentil. El
contraste entre el castillo oscuro y el vecindario muy colorido ayuda a que
ambos mundos parezcan de otro planeta. También es impresionante el diseño del
mismo Edward, ya que no es nada más sus manos de tijera. Su cuerpo completo
está hecho de un metal que hace que se mueve de una manera más robótica, y su
cara es de un blanco que lo hace parece que está enfermo, pero es simplemente
el material que tenía disponible su creador.

Aunque la trama toma elementos prestados de casi cualquier historia de una criatura diferente (ya mencioné Frankenstein y La Bella y la Bestia), sigue siendo una
película con mucha creatividad, muchos detalles ingeniosos y conmovedores y un
diseño que nos muestra más que nada, que lo que estamos viendo es un cuento de hadas. Empieza con una abuela contándole a su nieta este cuento para que se vaya a
dormir, algo que le da otra capa a esta historia. ¿Es real, o es simplemente un
cuento de hadas que se cuenta? Puede que simplemente sea algo que se inventó
esta abuela para que su nieta se vaya a dormir. Esto es simplemente un elemento
más que nos ayuda a aceptar esta historia no simplemente como una sátira de la
mentalidad cerrada y reactiva de una comunidad, sino de la tragedia de un
hombre condenado a vivir de una manera que hace el mundo lo rechace. Tim Burton
es un director que en los últimos años ha llegado a decepcionar, ya que está
aplicando su trademark de películas góticas a algo más frío y comercial (y
hasta Johnny Depp se ha visto muy repetitivo cada vez que colaboran) y es una
lástima, porque esta película muestra justo por qué trabajan tan bien juntos.
Tim Burton destaca cuando hace películas en las que arma mundos a base de
miedos y preocupaciones reales, y Johnny Depp destaca cuando se mete en lleno a
estos personajes algo infantiles que expresan esos miedos y hacen de ellos algo
muy conmovedor (si se fijan, todas las mejores actuaciones de Johnny Depp son
de personajes que siguen siendo niños en su interior). Personajes que siguen
buscando el amor de un padre, o el aplauso de alguien que les dice que lo que
están haciendo, lo están haciendo bien.
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