
Todos tenemos jefes. Por lo menos cualquier persona que
tiene un trabajo tiene a alguien que le está dando órdenes. No obedecer a estos
jefes resulta en consecuencias. En la mayoría de los casos esas consecuencias
son perder el trabajo y ya no ganar el dinero en el que uno depende, pero en
otros casos no obedecer a ese jefe puede resultar en la muerte. ¿Qué pasa
cuando una situación de crisis es causada por el simple hecho que alguien está
obedeciendo órdenes? ¿Qué tal si esas órdenes son lastimar a alguien hasta
obtener lo que deben obtener? El director Paul Greengrass, conocido por
películas de acción que parecen documentales (y para la jaqueca de muchos, por
nunca mantener la cámara fija en una toma, algo que a mí francamente nunca me
ha molestado) nos trae esta dramatización de una situación que sucedió en la
vida real y logra lo que pocos cineastas hoy en día se atreven a hacer: una
película adulta para una audiencia masiva. Sí, es una clásica película de una
situación de rehenes de la que uno se tiene que zafar, pero esta película logra
algo más profundo, ya que también es una crítica a las oportunidades escasas de
una cierta población que tiene que lastimar a otros para sobrevivir.
Richard Phillips (Tom Hanks) es un capitán de un barco de
carga que tiene un trabajo en el Océano Índigo por las costas de África. Para
él, todo esto es rutina. Él conoce los riesgos, sabe cómo coordinar a su equipo
y tiene un sentido de honor y deber que nadie le quita. Su equipo no está muy
feliz con este trabajo, pero Phillips se esfuerza para mantener la moral alta,
cosa que se dificulta porque estos mares están repletos de piratas somalís
buscando barcos americanos para quitarles todas las riquezas que puedan encontrar.
Una de estas bandas tiene como capitán a Muse (Barkhad Abdi), un hombre que
tiene un código de honor similar al de nuestro capitán, pero también una
desesperación que nace de la situación en la que vive. Ambos hombres están
decididos a hacer el trabajo al que les contrataron y la situación se tensa aún
más cuando Muse y su tropa secuestran al Capitán y se lo llevan en un bote de
rescate hasta que puedan recibir el dinero de algún americano que seguro los va
a rescatar. Casi toda esta historia sucede en medio del mar en espacios muy
cerrados, alzando la tensión a algo casi inaguantable.

Lo que hace el guion escrito por Billy Ray es muy ingenioso,
ya que no nos presenta a Phillips como un héroe, ni a Muse como un villano.
Conocemos a ambos hombres mucho antes de que se conozcan, y vemos como se
relacionan con la gente con la que trabajan. Claro, siendo una película de
género, el personaje de Muse es pintado como el villano de la película y no se
aleja de esta interpretación, pero le da un espacio para que Muse exprese sus
propias inquietudes con esta misión y que el público se pueda conectar con él
de alguna manera. Mucho de esto tiene que ver con la increíble actuación de
Barkhad Abdi, un chofer Somalí que nunca había actuado antes y que ni siquiera
tenía aspiraciones de actuar. Es impresionante que Paul Greengrass haya
encontrado a este talento. Abdi tiene un rostro que da miedo y lo aprovecha
para parecer monstruoso y peligroso, sin perder la humanidad de su personaje.
Cuando siente que esta situación ya se le salió de las manos vemos como este
hombre que parecía tener todo asegurado va perdiendo su confianza, es algo
increíble de ver. Tanto que cualquiera que lo vea acaba deseando que algo bueno
le pase a este hombre, aún con todo el desmadre que ha causado.
Barkhad Abdi es la revelación, pero esto sigue siendo un
vehículo para Tom Hanks, un actor que siempre ha sido un símbolo del americano
común, con un carisma gentil y una voz que da cierta calma. Esta es la mejor
actuación que ha dado en años, probablemente desde Cast Away. En el papel de
Phillips, Hanks exhibe una dignidad más frágil de un hombre que ha visto muchos
años y muchas cosas. Se le ve ese peso en los ojos y este trabajo de personaje
le sirve de maravilla cuando de repente se encuentra metido en esta situación,
tratando de mantener la calma y viendo como le afecta cada vez más. Todo eso
lleva a una escena final impresionante que no voy a arruinar porque hay que
verla (es probablemente de las mejores escenas que ha hecho Hanks en toda su
carrera). Si ningún otro actor llega a destacar tanto como Hanks y Abdi, es
porque nadie más tiene el chance. La historia aterriza en estos dos hombres,
ambos capitanes, ambos con jefes que les dieron un trabajo que hacer (sin
importar el costo) y ambos a cargo de personas que quieres llegar a casa a
salvo. Ese peso compartido hace que la relación entre estos dos hombres sea una
peculiar (ya que uno es secuestrador y el otro es rehén) y muy interesante.
Ambos hombres están haciendo lo que les pidieron que haga y ambos están en
problemas a causa del conflicto que vino con el choque de ambos trabajos.

Con todo eso en mente, esto no deja de ser una película de
género que tiene como objetivo que el público se la pase bien. Hay un actor
reconocido como el héroe y una situación de la que ese héroe se tiene que
zafar. Ser una película de género no es algo malo. Es más, estas películas
cuando están bien hechas son el mejor entretenimiento que uno puede encontrar y
si tienen a gente inteligente tras las cámaras y frente a ellas, pueden
resultar en algo más profundo, como es el caso con esta película. Puedes atraer
a una audiencia diciendo que van a ver a Tom Hanks peleándose con piratas
somalís, y cualquiera que sabe quién es Tom Hanks querrá ver eso, pero la
película es más inteligente que eso y no nada más vemos a Tom Hanks en una
situación difícil con piratas somalís, vemos que los mismo piratas vienen de
una situación difícil y que hacen lo que hacen por miedo a su vida, con el
simple propósito de sobrevivir otro día. Al final, es la razón por la que todos
trabajamos y por la que todos tenemos a un jefe que nos da órdenes. Necesitamos
el dinero para sobrevivir, para alimentarnos, para vestirnos y en algunos casos
para mantener a cierta gente satisfecha. Esa necesidad es pareja para todos y
cuando la oportunidad no lo es, lleva a situaciones como la que retratan en
esta cinta.
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