
¿Qué siente uno estando al borde de la muerte? ¿Miedo?
¿Negación? ¿Qué tal paz? Nadie sabe lo que se siente estar muerto. Es más, es
probable que uno no siente nada estando muerto, pero ese sentimiento de estar
al borde del fin de una vida, de estar seguro que en cualquier momento uno
sabrá la respuesta de ese gran misterio con el que vivimos todos, ese es un
sentimiento que se explora una y otra vez en la ficción, y justo en eso se basa
esta película de uno de los grandes visionarios del cine actual. El versátil
mexicano Alfonso Cuarón nos lleva a un lugar que muy pocos pueden visitar. Un
lugar hermoso, pero muy peligroso, y justo uno de esos lugares que nos hace
reflexionar que aún cuando somos jóvenes, estamos siempre cerca de la muerte.
Siempre con el peligro de que este bello mundo en el que vivimos nos destruya
. Todos
como humanos somos frágiles, incluso esas super-estrellas que nos encanta ver
en el cine y que probablemente pensamos que son inmortales. Gravity trata de
estar al borde de la muerte, no nada más como una manera de aceptar lo que
viene, sino como una manera de revitalizarse y darse cuenta que aunque la muerte
está siempre esperando, todavía no es el momento.
La Dra. Ryan Stone (Sandra Bullock) es una ingeniera médica
en su primera misión espacial que diseñó un nuevo aparato para el Telescopio
Hubble. La conocemos en lo que está instalando este nuevo diseño al Telescopio,
junto con el veterano astronauta Matt Kowalski (George Clooney) que está en su
última misión, listo para retirarse. Juntos caminan por el espacio y disfrutan
de las vistas en lo que completan esta misión, hasta que Control de Misiones en
Houston (que es la voz de Ed Harris) les informa que un misil ruso acaba de pegarle
a un satélite inactivo y ha causado que se forme una nube de desechos
espaciales. La misión es abortada, pero las comunicaciones se pierden y los
desechos espaciales deshacen la nave, dejando a la Dra. Stone y a Kowalski vagando
por el espacio, agarrados del uno al otro, con el oxígeno acabándose poco a
poco y las posibilidades de morir incrementando con cada segundo que pasan en
este espacio sobre la Tierra. Es una película extremadamente tensa, ya que en
ningún momento dejamos a nuestros personajes en el espacio, entonces no hay
manera de tomar un respiro, pero justo es esa sensación de estar
siempre al borde de la muerte que causa la catarsis que uno siente al final de
esta película.

Gravity es una película en la que cada elemento está para
servir la visión del director y el hecho que es la visión de Alfonso Cuarón nos
dice que estamos en buenas manos. Cuarón es un experto en armar mundos basados
en lo que ya existe y darles su propio toque. Es un director que se basa mucho
en realidades un tanto más abrumadoras de lo que estamos acostumbrados, de
darle a la realidad (o en algunos casos la fantasía, ya que dirigió una
película de Harry Potter) un toque más macabro, sin caer en lo exagerado. Sus
visiones tienen este aire que lo que vemos en la pantalla, sin importar lo
descarado que pueda ser, se vea posible y aterrador, y quizás por eso se ha
encariñado tanto con las tomas largas inéditas que siguen la acción como si la
cámara fuera otro personaje en la historia. La primera toma de esta película
dura más de 15 minutos y es justo la toma que nos lleva de presentar a los
personajes a inmediatamente ponerlos en peligro, sin un solo corte. Estas tomas
son gracias a la colaboración con Emmanuel “El Chivo” Lubezki, uno de los
mejores fotógrafos que aparte de hacer que todo se vea hermoso, experimenta
constantemente con la cámara. En esta cinta se tiene que guiar con un ambiente
que no está ahí, que fue creado completamente de manera digital (nadie pensó
que literalmente fueron al espacio a filmar esto, ¿o sí?).
El hecho que todo está al servicio de la visión significa
que hay aspectos que no se lucen tanto. Aquí se lucen los efectos especiales,
el sonido, la música y todo el diseño de la producción, pero el guion no tanto.
No es malo el guion, pero es uno que está al servicio de lo que vemos en
pantalla y también se apoya mucho del carisma de nuestros dos actores
principales para armar a estos personajes. Nos enteramos de detalles de
Kowalski y la Dra. Stone a través de conversaciones entre ellos (él está
constantemente contando historias, ella no habla mucho pero es agradable), pero
mucho del trabajo de estos personajes recae en la situación en la que están y
que reaccionen a esta idea de estar cerca de la muerte. Bullock es magnífica
haciendo esto, permitiendo que su personaje tenga un enfoque y un alma dañada
(ya que sufrió un trauma en la Tierra). No es muy diferente a muchos personajes
que vemos, pero Bullock le da vida a estos clichés con su compromiso a la
situación que se está creando. Clooney es Clooney en el espacio y creo que
nadie espera que sea otra cosa. Él es uno de esos actores que siempre trae su
personalidad y carisma a cada papel que interpreta, pero actores como Humphrey
Bogart, Cary Grant y Jimmy Stewart hacían lo mismo y nadie los criticaba por
eso. Además que en esta cinta, él es justo lo que necesitamos en los momentos
más tensos de esta cinta, una presencia que de cierta manera puede calmar.

Es una película simple, pero a veces la simplicidad puede
ser lo que más impacto causa. La simple idea de que estás en un lugar donde la
vida es imposible, donde uno necesita equipo especial para no congelarse y no
flotar al vacío, donde en cualquier momento y por un error puede terminar su
vida, eso es un sentimiento que por sí solo da miedo y eso es justo lo que
aprovecha esta película. Todos tenemos ese miedo de morirnos, pero pocos
tenemos la osadía de enfrentar ese miedo cara a cara y darnos cuenta de lo
mágica que es la vida cuando estamos al borde de la muerte. En esta cinta vemos
como estos dos personajes enfrentan la muerte, la llegan a aceptar y
eventualmente la llegan a enfrentar hasta que uno de ellos (no diré cuál) usa
ese enfrentamiento con la muerte para sobrevivir. Eventualmente va a llegar la
hora de morir, pero no tiene que ser ahora. No tiene que ser porque algo salió
mal y no tiene que ser en un momento en el que todavía hay mucha vida por delante.
Lo que nos dicen aquí es algo claro, pero algo muy valioso. Uno llega a valorar
y aprovechar más la vida cuando ha llegado a enfrentar la posibilidad y la
máxima certeza de la muerte. Va a llegar, pero hoy no.
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