
¿Hay una película más cursi que esta? Bueno, por supuesto
que hay (muchas, de hecho), pero esta tiene esa fama de ser muy cursi, hasta
para su época (la mitad de los 1960’s). Aún así es una película que ha
sobrevivido mucho tiempo, que los padres le enseñan a sus niños y que retrata
una historia que, aunque es una versión muy re-trabajada de una historia verdadera,
sigue siendo muy inspiradora y conmovedora. Situada en Salzburgo, Austria,
cuenta la historia de Maria (Julie Andrews), una novicia que no puede quedarse
quieta el tiempo suficiente para hacer todo lo que le piden. Su Madre Superiora
(Peggy Wood) le aconseja dejar la Abadía por un tiempo en lo que descubre si la
vida de una monja es la vida para ella. Consigue un puesto como la institutriz
de los siete hijos del Capitán Georg Von Trapp (Christopher Plummer), un
capitán de la marina viudo que lucha por abandonar cualquier recuerdo de su
difunta esposa, que incluye la música, las fiestas y hasta sus propias hijos (a
quiénes trata como soldados en uno de sus barcos). Depende de María alegrar la
casa con su energía, su música y aún más en estos tiempos cuando se aproxima el
régimen Nazi a apoderarse de Europa.

Este es otro caso de un musical basado en una puesta en
escena, con música de Richard Rodgers y letra de Oscar Hammerstein II. Una cosa
que hay que reconocerle a esta cinta es como aprovecha de su medio y de la
ciudad de Salzburgo (dónde se filmó gran parte de la película) para ofrecer una
experiencia más visual a través de las montañas, los lagos y la ciudad en sí. También
destaca los cambios que le hizo al guion de la puesta en escena para darle más
sentido dramático (por ejemplo, mover Do-Re-Mi para después para que la escena
con la tormenta tenga más impacto, o mover el reprise de Sixteen Going on
Seventeen para después de que Rolfe haya lastimado a Liesl) y con la libertad
de tener más espacio físico, la película nos ofrece algunas escenas bien
frescas (una de mis favoritas es cuando Maria llega a cenar y se sienta sobre
un pino, otra es cuando los niños le mienten a su papá diciendo que estaban
recolectando bayas). Aún así, la estructura de esta cinta siempre ha sido
desastrosa, ya que en vez de una historia, se siente como tres historias
diferentes una tras otra. Empieza con la historia de una niñera y su influencia
sobre sus niños, la segunda parte es un melodrama romántico y la tercera parte
es un escape. Son tres tonos que no siempre co-existen en la película y eso ha
llevado a que diferentes espectadores tengan reacciones diferentes cada vez que
ven la película (a mí de niño me gustaba más la primera hora, pero ahora que la
veo de grande, siento que las primeras dos horas a veces se les pasa lo cutesy
mientras que la tercera hora es más interesante).
Pero, ¡funciona! Funciona porque arma momentos individuales
muy conmovedores y funciona por la energía y compromiso de Julie Andrews en el
papel principal. La cinta recae en sus hombros y tiene un talento tan
impresionante para levantar ánimos que todo lo que hace parece tan natural.
Esto es aún más impresionante cuando está compartiendo escena con Christopher
Plummer, un muy buen actor que famosamente no disfrutó la experiencia de esta película,
y se nota. Mantiene un profesionalismo, pero se nota que hace el mínimo
esfuerzo para llevar esta actuación a cabo y lo que por poco y hunde la sección
del medio es que estos dos no tienen un gramo de química. Sus escenas
románticas son tan tiesas que llegan a aburrir. Claro, Julie Andrews tiene
excelente química con los siete jóvenes actores que interpretan a los niños.
Sus edades varían de los 5 a los 16 años (bueno, la actriz que interpreta a
Liesl tenía 22), y aunque el hecho que son siete significa que algunos lucen
más que otros, forman buena mancuerna. Una cosa que siempre le he aplaudido a
esta historia es el manejo del personaje de la Baronesa Schrader (interpretado
por Eleanor Parker en la película), la mujer que es la prometida del Capitán
Von Trapp y en la segunda parte de la película es la “mujer equivocada” en el
romance entre María y el Capitán, aquí la manejan como una mujer que
simplemente no es la indicada para este Capitán. A veces el guion trata de
hacerla verse más perversa de lo que debería, pero Parker siempre se asegura
que la veamos como una mujer con sus propios sentimientos e intereses, fuerte e
independiente (la clase de mujer que intimida, pero no de mala fe).

Las canciones ya son clásicas. Entre muchos niños alrededor
del mundo, yo me aprendí las notas musicales con Do-Re-Mi (oí la canción antes
de conocer esta película) y canciones como The Sound of Music, Edelweiss,
Sixteen Going on Seventeen entre muchas otras causan una identificación
inmediata con esta historia. También gracias a esta película (y la obra antes)
se identifica a la familia Von Trapp, una familia que sí vivió en Salzburgo
antes de la guerra y que se escapó cuando Hitler empezó a ejercer su imperio
sobre Europa. Historias como las de ellos seguro hay muchas, pero la de ellos
es de las más conocidas. Claro, la historia real es diferente (para empezar,
María y el Capitán estuvieron casados 10 años antes de que salieron de Austria
y la habían contratado para ser la tutora de una de las hijas que estaba
enferma) pero aún así de re-trabajada (y no muy bien recibida ni por Maria ni
por los hijos Von Trapp que la vieron) es una historia que muestra el poder de
la alegría, de poder encontrar un espacio para sonreír aún cuando el mundo a tu
alrededor está en problemas.
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