domingo, 10 de noviembre de 2013

"¿Cómo resuelves un problema como María?" The Sound of Music

¿Hay una película más cursi que esta? Bueno, por supuesto que hay (muchas, de hecho), pero esta tiene esa fama de ser muy cursi, hasta para su época (la mitad de los 1960’s). Aún así es una película que ha sobrevivido mucho tiempo, que los padres le enseñan a sus niños y que retrata una historia que, aunque es una versión muy re-trabajada de una historia verdadera, sigue siendo muy inspiradora y conmovedora. Situada en Salzburgo, Austria, cuenta la historia de Maria (Julie Andrews), una novicia que no puede quedarse quieta el tiempo suficiente para hacer todo lo que le piden. Su Madre Superiora (Peggy Wood) le aconseja dejar la Abadía por un tiempo en lo que descubre si la vida de una monja es la vida para ella. Consigue un puesto como la institutriz de los siete hijos del Capitán Georg Von Trapp (Christopher Plummer), un capitán de la marina viudo que lucha por abandonar cualquier recuerdo de su difunta esposa, que incluye la música, las fiestas y hasta sus propias hijos (a quiénes trata como soldados en uno de sus barcos). Depende de María alegrar la casa con su energía, su música y aún más en estos tiempos cuando se aproxima el régimen Nazi a apoderarse de Europa.
Este es otro caso de un musical basado en una puesta en escena, con música de Richard Rodgers y letra de Oscar Hammerstein II. Una cosa que hay que reconocerle a esta cinta es como aprovecha de su medio y de la ciudad de Salzburgo (dónde se filmó gran parte de la película) para ofrecer una experiencia más visual a través de las montañas, los lagos y la ciudad en sí. También destaca los cambios que le hizo al guion de la puesta en escena para darle más sentido dramático (por ejemplo, mover Do-Re-Mi para después para que la escena con la tormenta tenga más impacto, o mover el reprise de Sixteen Going on Seventeen para después de que Rolfe haya lastimado a Liesl) y con la libertad de tener más espacio físico, la película nos ofrece algunas escenas bien frescas (una de mis favoritas es cuando Maria llega a cenar y se sienta sobre un pino, otra es cuando los niños le mienten a su papá diciendo que estaban recolectando bayas). Aún así, la estructura de esta cinta siempre ha sido desastrosa, ya que en vez de una historia, se siente como tres historias diferentes una tras otra. Empieza con la historia de una niñera y su influencia sobre sus niños, la segunda parte es un melodrama romántico y la tercera parte es un escape. Son tres tonos que no siempre co-existen en la película y eso ha llevado a que diferentes espectadores tengan reacciones diferentes cada vez que ven la película (a mí de niño me gustaba más la primera hora, pero ahora que la veo de grande, siento que las primeras dos horas a veces se les pasa lo cutesy mientras que la tercera hora es más interesante).
Pero, ¡funciona! Funciona porque arma momentos individuales muy conmovedores y funciona por la energía y compromiso de Julie Andrews en el papel principal. La cinta recae en sus hombros y tiene un talento tan impresionante para levantar ánimos que todo lo que hace parece tan natural. Esto es aún más impresionante cuando está compartiendo escena con Christopher Plummer, un muy buen actor que famosamente no disfrutó la experiencia de esta película, y se nota. Mantiene un profesionalismo, pero se nota que hace el mínimo esfuerzo para llevar esta actuación a cabo y lo que por poco y hunde la sección del medio es que estos dos no tienen un gramo de química. Sus escenas románticas son tan tiesas que llegan a aburrir. Claro, Julie Andrews tiene excelente química con los siete jóvenes actores que interpretan a los niños. Sus edades varían de los 5 a los 16 años (bueno, la actriz que interpreta a Liesl tenía 22), y aunque el hecho que son siete significa que algunos lucen más que otros, forman buena mancuerna. Una cosa que siempre le he aplaudido a esta historia es el manejo del personaje de la Baronesa Schrader (interpretado por Eleanor Parker en la película), la mujer que es la prometida del Capitán Von Trapp y en la segunda parte de la película es la “mujer equivocada” en el romance entre María y el Capitán, aquí la manejan como una mujer que simplemente no es la indicada para este Capitán. A veces el guion trata de hacerla verse más perversa de lo que debería, pero Parker siempre se asegura que la veamos como una mujer con sus propios sentimientos e intereses, fuerte e independiente (la clase de mujer que intimida, pero no de mala fe).

Las canciones ya son clásicas. Entre muchos niños alrededor del mundo, yo me aprendí las notas musicales con Do-Re-Mi (oí la canción antes de conocer esta película) y canciones como The Sound of Music, Edelweiss, Sixteen Going on Seventeen entre muchas otras causan una identificación inmediata con esta historia. También gracias a esta película (y la obra antes) se identifica a la familia Von Trapp, una familia que sí vivió en Salzburgo antes de la guerra y que se escapó cuando Hitler empezó a ejercer su imperio sobre Europa. Historias como las de ellos seguro hay muchas, pero la de ellos es de las más conocidas. Claro, la historia real es diferente (para empezar, María y el Capitán estuvieron casados 10 años antes de que salieron de Austria y la habían contratado para ser la tutora de una de las hijas que estaba enferma) pero aún así de re-trabajada (y no muy bien recibida ni por Maria ni por los hijos Von Trapp que la vieron) es una historia que muestra el poder de la alegría, de poder encontrar un espacio para sonreír aún cuando el mundo a tu alrededor está en problemas.


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