
Hay masacres que han sido retratadas muchas veces en el cine
y en museos alrededor del mundo. La principal de estas es el Holocausto. Sin
quitarle el peso a esta masacre, hay otras que no reciben la atención que se
merecen. Entre ellas está el Genocidio en Rwanda que sucedió en el año 1994 y
dejó casi un millón de muertos regados por todo el país. Esta masacre en la que
un grupo étnico, los Hutu (que en ese entonces eran la mayoría en el país, como
el 85%) buscan vengarse de otro grupo étnico, los Tutsis, por la muerte de su
Presidente, un Hutu, que fue derribado en un avión. Los Hutus extremistas iban
por todo el país buscando y matando a la población Tutsi y a los Hutus que los
apoyaban. Fuera de Rwanda, muy poca gente se dio cuenta de este evento. Sí, lo
pasaban en las noticias, pero como un personaje en esta película dice acerca de
la reacción del resto del mundo, la gente lo veía, decía “ay, ¡qué feo!” y
seguían comiendo. Esta película cuenta la historia verdadera de un hombre que
arriesgó todo para salvar a cuánta gente pudiera salvar.
Paul Rusesabagina (interpretado en la película por Don
Cheadle, una interpretación que le mereció una nominación al Óscar) era el
gerente del Hotel des Milles Collines en Kigali, Rwanda. Paul era un Hutu muy
bien conectado. Conocía turistas de todo el mundo y se sentaba a comer con los
dueños del hotel (que eran de Bélgica), pero en Kigali su matrimonio con la
Tutsi Tatiana (Sophie Okonedo) causaba mucha fricción entre la población y
llevaba a que su familia fueran testigos a muchos actos de violencia por las noches.
Cuando empieza la Guerra Civil, Paul acaba negociando la liberación de un grupo
extenso de refugiados tutsis y los lleva al hotel para protegerlos. A lo largo
de la guerra, Paul chantajea a los soldados con dinero, alcohol y lo que se le
ocurra para mantener a los refugiados seguros y evitar que lo ataquen, en lo
que las Naciones Unidas interviene para tratar de mantener la paz y hace lo
posible para sacar a Paul y a todos los refugiados antes del país antes de que
sea demasiado tarde.

La película ha sido descrita como la versión Africana de La
Lista de Schindler, y en ciertos aspectos es cierto. Paul Rusesabagina es muy
similar a Oskar Schindler en que ambos son hombres con las influencias
necesarias para proteger y salvar a la gente que en otras manos sería
exterminada de inmediato y ambos son hombres que deciden salvar vidas en vez de
hacer lo fácil que sería seguirle la corriente a lo que está sucediendo. Dónde
esta cinta se queda corta es en lo segura que se siente. Aunque vemos imágenes
de la masacre y sentimos el peligro a su alrededor, al final la película
protege al espectador lo más que puede de la violencia. Se siente como una
trama de muchas películas de Hollywood y fuera de que está basada en una
historia verdadera y cualquiera que haya leído al respecto sabe lo que sucede,
la trama dentro de la película se siente muy predecible. Es admirable que toca
temas necesarios, tal como la idea de que las vidas en África no se perciben
con el mismo valor que las vidas de gente europea o americana y el poco interés
del mundo exterior. También en una escena algo obvia pero muy efectiva, un
fotógrafo americano conoce a dos mujeres jóvenes en un bar, una es Tutsi y la
otra es Hutu. El fotógrafo las mira y dice que podrían ser gemelas.
Lo que mantiene la película a flote más que nada es la
actuación central de Don Cheadle. Aunque está interpretando a una persona real,
Cheadle no intenta imitarlo, sino re-crear el espíritu de este hombre. Paul
siempre se ha sentido como parte del elite, un hombre que fuma los mejores
puros y cena con los ricos y poderosos y a lo largo de esta historia, vemos
como se le va destrozando esta imagen y se da cuenta que para el resto del
mundo, él es simplemente otro Africano. A Paul le importa su familia y la gente
a su alrededor y si la gente poderosa que conoce no le basta para salvarlos, va
a usar lo que se le ocurra para mantenerlos vivos y sanos. Con un acento
africano que no siempre convence, pero nunca estorba, Cheadle hace que Paul se
sienta como una persona real. Como su esposa, Okonedo es tan fuerte como Cheadle,
particularmente cuando comparten esos momentos en los que sienten el peso de lo
que está sucediendo. Aunque no siempre sintamos la masacre en la película, la
creemos porque estos dos nos hacen creer que la están viviendo y que lo que más
quieren es cruzar ese túnel dónde esta situación ya no está sucediendo. La otra
actuación que ayuda a cargar todo esto es la de Nick Nolte como el Coronel
Oliver (que aunque es ficticio, está inspirado en Roméo Dallaire, un comandante
de UNAMIR que estuvo en Rwanda durante esta matanza). Nolte otorga una pieza
clave del rompecabezas de esta historia, que es esa desesperación de no poder
hacer más de lo que están haciendo. El Coronel Oliver está constantemente
tratando de deshacer el nudo que tiene en sus manos, el nudo que le amarraron
los políticos. En una escena clave, el Coronel le dice a Paul que debería “escupirle
en la cara” en vez de agradecerle, porque nadie va a venir a ayudarlos.

Las matanzas son un tema que nadie quiere enfrentar. El
hecho de que los seres humanos en cualquier parte del mundo son capaces de ver
a un grupo de seres humanos como algo inferior es una enfermedad que la
humanidad ha estado peleando desde hace años, y aún más ahora que tenemos
eventos como el Holocausto, esta matanza y muchas más que suceden en diferentes
partes del mundo para recordarnos que este fenómeno no se ha curado. Aunque sí
existe gente como Paul Rusesabagina que está dispuesta a arriesgarlo todo por
la liberación de esta gente, la mayoría de la población del mundo prefiere no
involucrarse en lo que está sucediendo y es difícil juzgarlos por eso, porque
la verdad es que da miedo involucrarse (particularmente cuando existe el miedo
de ser asesinado). Matanzas como la de Rwanda siguen sucediendo alrededor del
mundo y aunque no tengan nada que ver con nosotros, hay que estar enterados de
ellas para poder educarnos de lo que pueden hacer los seres humanos y esperar
que llegue un día en el que estas cosas ya nunca vuelvan a suceder.